Gabriela Alegre

G: yo soy Gabriela Alegre, trabaje como sub secretaria de DDHH del gobierno de  la ciudad primero como directora general del 2000 al 2003 en la gestión de Aníbal Ibarra después el área paso a ser una subsecretaria dentro del gobierno de la ciudad de buenos aires y yo también tuve a mi cargo esa área de gestión desde el 2003 hasta el 2005 cuando Ibarra deja el gobierno de la ciudad. Me toco ocupar ya que yo venía trabajando desde hacía varios años desde el año 98’,  con todos los organismos de DDHH  de la ciudad de buenos aires y del país, pero sobre todo los de la ciudad en el proyecto de creación del parque de la memoria y el monumento a las víctimas del terrorismo de estado, teníamos esa experiencia de trabajo, yo había sido coordinadora de esa comisión que acompaño todo el proceso  de construcción  del monumento a las víctimas del terrorismo de estado, que era una experiencia realmente fuerte, fue y es una experiencia bastante inédita, una de las primeras experiencias de trabajo en conjunto de los organismos de DDHH con el estado. Yo además integro un “Buena Memoria”, que es parte también del concejo de gestión del parque de la memoria y del ente público del espacio para la memoria y promoción de los DDHH en la Ex Esma. Es una cosa medio extraña porque es un lugar desde militante de los DDHH y además un lugar de gestión, como que así soy yo, sigo siéndolo a pesar de que ahora soy legisladora, pero era mi lugar de encarar la gestión en DDHH. También tenía  mucho que ver con esa relación con los organismos  históricos de DDHH y los organismos que venían trabajando el tema de memoria verdad y justicia en nuestro país. Veníamos trabajando en algunos proyectos de memoria Néstor Kirchner el 25 de mayo de 2003 fue notable la diferencia que hubo a nivel nacional de interés por los DDHH y la memoria, eso lo vimos todos los argentinos en los discursos que Néstor empezó a hacer tanto en el día de su asunción o en las naciones unidas cuando dijo, “ser hijo de las madres de plaza de mayo, ser hijo de esa generación”, es decir  ser uno representante de esa generación y la verdad que esto no era una cosa que quedaba en lo declarativo sino que quieres trabajábamos junto a los organismos y quienes integraban los organismos de DDHH empezamos a ver una receptividad por parte del presidente de la nación  y de todo el poder ejecutivo nacional de escuchar a las Madres, Abuelas, Familiares, Hijos, de recibirlos en la Casa Rosada. De tener un interés por las tres consignas en las que veníamos trabajando hace tantos años y esto se reflejó en distintas vertientes como la nulidad, lo que necesitábamos para poder vencer la impunidad, que era nulidad de las leyes de obediencia de vida y punto final, también el tema de la verdad en cuanto a poner a disposición todos los archivos y poner al estado y a la secretaria de DDHH de la nación a trabajar explícitamente en recopilar toda la información que se tuviera , pensando también en aportando a la justicia, con la nulidad de las leyes, pero además también dándole mucha importancia a las tareas de memoria que también venían los organismos trabajando y venían usando. Yo recuerdo porque participe de alguna de ellas, reuniones donde Néstor Kirchner nos recibía en la Casa Rosada y nos convocábamos miembros de distintos organismos de DDHH de todos estos que veníamos trabajando, que teníamos esta experiencia de trabajo conjunto en el parque de la memoria siempre detrás de por supuesto las Madres, las Abuelas esos personajes que ya conocemos tanto, pero reuniones en salas, que la Casa Rosada era muy distinta, en ese momento todavía no había sido casi remodelada una sala con un puaseri de los años 60’ que ya no están, que por suerte han sido remodeladas y convertidas en salones con mucho más valor simbólico pero sentarnos ahí porque Néstor Kirchner decía, “Quiero recibirlas”, y en una mesa en donde había unas treinta personas referentes de distintos organismos, Madres, Abuelas, Familiares, Hijos, PDH, Liga, Cels, todos los organismos, Néstor se sentaba en la cabecera y decía que cada uno dijera lo que quería, era una cosa rarísima de ver y que cada uno le planteara que necesidades había. En una de esas reuniones él nos informa que tiene tomada la decisión de recuperar el predio de la Ex Esma para los DDHH. Que él quiere que los militares se vayan de ese lugar, que los marinos dejen ese lugar, los organismos por supuesto lo vieron, ya había algunas iniciativas en la ciudad de Buenos Aires aprobadas por esta legislatura, eran declamativas eran decir que ese lugar se convierta en un lugar de memoria pero no había ninguna tarea concreta desde el estado nacional, todo lo contrario para que esto así fuera en realidad los primeros movimientos que se generan son a partir de que Menem que intenta demoler la Esma, construir un monumento, esto debe ser año 98’. Ahí en realidad tampoco desde la legislatura de la ciudad se genera alguna cosa de declaraciones, porque no podían tomar ninguna decisión. Decían que allí se construyera un museo de la memoria pero una cosa muy genérica y abstracta ahí lo que tenemos que recordar que es muy técnico pero las dos jurisdicciones tenían incumbencia, en ese momento se hace un reclamo desde la ciudad de Buenos Aires al gobierno nacional de que si la Esma dejaba de ser para lo que había sido donada al estado nacional, para la armada para el funcionamiento del modelo a seguir, si esto dejaba de ser así, debía volver a ser de posesión del gobierno de la ciudad de Buenos Aires. Entonces esto es lo que genera que cuando Néstor decide que va a dejar de ser la escuela de mecánica de la armada van a dejar de funcionar ahí todas las instituciones militares de la armada, que funcionan, la ciudad tenía que participar porque ahí había un conflicto de jurisdicciones, si era de la ciudad o si era de la nación, incluso había una causa judicial iniciada por De la Rúa contra Menem, para que si Menem cuando De la Rúa era jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que después cuando fue presidente se olvidó absolutamente de lo que había defendido cuando era jefe de gobierno porque realmente lo que menos le interesaba a De la Rúa era generar cualquier espacio que en ese lugar perjudicara en algo a los militares. Pero cuando fue jefe de gobierno por una cuestión de que quien ejerce el poder ejecutivo debe defender lo que tiene como patrimonio inicio una causa, que era gracioso porque era De la Rúa contra Menem, lo que esa causa decía era que si realmente se llegaba a concretar el monumento a la unidad y la reconciliación nacional, que Menem quería hacer, el realidad esas tierras tenían que volver a la ciudad de buenos aires. Solo hablaba de eso entonces cuando Néstor toma de la decisión y se lo comunica a los organismos de DDHH que venían trabajando para que esto así fuera pone a equipos jurídicos tanto de la ciudad de buenos aires como del gobierno nacional  a estudiar qué pasos administrativos legales se deberían dar. Y esto a mí me tocaron las tareas legales del gobierno, la procuración general legal y técnica de la ciudad y también del gobierno nacional tuvieron que ponerse a trabajar el tema a mí me tocó ser la interlocutora porque estaba ene l área de DDHH del gobierno esto de ser la interlocutora tenía que ver con participar de diferentes reuniones  con los organismos de DDHH, porque para el estado era muy complejo ponerse a trabajar junto con los organismos de DDH y que no se violentaran los principios y valores que los organismos de DDHH porque entendamos que esto estaba sucediendo en el año 2004 donde la sociedad había abandonado esa lucha y los organismos tenían construido entre si su demanda y su reclamo de “memoria verdad y justicia” con pautas muy claras que excluían totalmente la posibilidad de una reconciliación pero no siempre quien estaba en el gobierno entendía que esto era así, porque obviamente  no va a haber reconciliación hasta que no se diga dónde está el último de los cuerpos de los desaparecidos que fueron enterrados donde está el último de los nietos a los que fue expropiada su identidad, y no hay ninguna reconciliación posible porque es una herida y un tipo de delito que no prescribe y que siempre va a estar vigente en nuestra historia y en nuestra memoria. Eso había que hacérselo entender a los funcionarios públicos porque no todos compartían ni estaba tan desarrollado este consenso que por suerte hoy después de que Néstor hizo que esto sea una política de estado real esto todavía no era ante nuestra sociedad una cosa tan clara, los organismos la tenían muy clara, más lo habían construido como un consenso hacia el interior del mismo organismo, pero no en todos los casos, además había algunos organismos que opinaban de una manera o de otra, pero en ese ejercicio de consenso también había que incluir al estado y a los funcionarios del estado. A mí me tocó un lugar muy extraño junto a otras personas de la secretaria de DDHH de la nación como Judith Said, el propio Duhalde y distintos funcionarios que teníamos que ser los interlocutores ante los marinos porque obviamente los organismos de DDHH no iban a ir ellos a consensuar con esos marinos, ya que las leyes de impunidad seguían en vigencia.  Era un tema complejo, pero la verdad que era impresionante ver a Néstor Kirchner en acción con una decisión tomada así como al subsecretario general Oscar Parrilli y ejercer la autoridad ante la armada, que habían sido las mismas fuerzas armadas que habían hecho los intento de golpe de estado de los carapintada y de las distintas etapas de nuestra democracia que era muy fuerte para mí como experiencia, participar en reuniones en la secretaria general en la que nos sentábamos en la misma mesa, con Godoy, el jefe de la marina y con los mismos oficiales que tenían la administración de la Esma, me acuerdo reuniones multitudinarias en las que venían los directores  de cada uno de los institutos de formación que existían en la Esma en ese momento, recordemos que estaba el liceo naval, la escuela marítima, la Esma propiamente dicha, la escuela mayor superior de guerra, distintas instituciones que tenían sede en el lugar, y bueno la complejidad era primero acordar cual era el acuerdo legal entre la ciudad de buenos aires y gobierno nacional para firmar un convenio y decidir que se ponía en ese convenio, eso parece que es simple, pero no lo es. Un convenio de 4 o 5 artículos tenía una complejidad desde lo jurídico y desde lo político, y la verdad se trabajó rápidamente ese verano del 2004 para llegar ese 24 de marzo del 2004 al momento en que Néstor Kirchner y Aníbal Ibarra jefe de gobierno de ese momento, firman el convenio y se disponen y se anuncia públicamente el acto de desocupación. Esto fue muy complejo porque además de que había que decidir para que se iba a usar el predio había que decidir el título del nuevo espacio,  y además debía saldarse que no habría más conflicto entre las 2 jurisdicciones se deshacía la demanda que ya se había iniciado, había que acordar lo más complejo, los tiempos y los recursos en las que cada una de esas instituciones de las fuerzas armadas, algunas también eran civiles porque estaba la marina mercante, eran instituciones que dependían del ministerio de seguridad y no tanto del ministerio de defensa. Había que decidir a donde iba a ir cada una de esas instituciones a veces las cosas parecían más fáciles de lo que  los marinos las hacían, porque exageraban la cantidad de alumnos exageraban las necesidades había que generar un consenso complicado, es por eso que me saco el sombrero ante Oscar Parrilli, porque conseguía y de Eduardo Luis porque la verdad que los recordamos todos con tanto respeto, porque conseguían sentarse con ellos y negociar. Reclamaban enormes edificios con enormes cantidades de alumnos, y había que decidir cuales iban a ser los edificios, porque la ciudad de buenos aires quería que como recibíamos el co-gobierno de las entidades, que ayudáramos con lo que se ponía y esto se terminó resolviendo, aunque creo que es algo que luego Macri incumplió. Era una cosa de ir a visitar distintos lugar a ver a donde iban a trasladar las instituciones de ver acá tienen tantos alumnos y tales actividades, pueden mudarse a este lugar, no era solo se vuelven a puerto Belgrano y se terminó. Había otras escuelas y alumnos y situaciones como la resistencia de los padres del liceo naval que ahí yo tengo el recuerdo increíble de un momento que fuimos a hacer una visita al casino de oficiales con Cristina con Néstor, con distintos organismos de DDHH mas los sobrevivientes, vivimos situaciones de una complejidad emocional enorme, pero en alguna de estas visitas los padres del liceo protestaron públicamente y la verdad que esto fue un armado que permitió alguien, por lo menos el presidente de ese momento del liceo naval, y también de quienes en ese momento administraban el predio. Ellos habían permitido, sabiendo que se iban a presentar las autoridades nacionales que se generara una protesta que era una trampa mediática. Recuerdo a Parrilli entrando enojado y era una felicidad nosotros viendo a alguien del palo nuestro que se plantara frente a esta gente y dijera bueno acá se van todos, despidiendo directamente, porque recuerdo que se dirigía directamente diciéndoles “usted considérese despedido, presente su renuncia a”, mencionando a las personas que tenían las responsabilidad. Se antecedía al momento en el que íbamos a ir con los medios de comunicación a hacer la visita y había algunos miembros convocados afuera  pero fue un armado de una puesta en escena para romper ese consenso que existía de que se desocupara el predio. Desde ese día yo tengo recuerdos muy contradictorios, tengo recuerdos de tener un estado de cansancio absoluto porque la noche anterior armando el escenario sobre comodoro Rivadavia colaborando obviamente con la gente del gobierno nacional que estaba con la logística del acto, la discusión entre los organismos de DDHH entre si entramos o no entramos porque había todo un debate sobre si entrabamos solo cuando se vaya el último de los milicos y la verdad que no había manera de que se fueran todos, y como cuidar el predio, había una alta complejidad y los organismos no querían entrar si bien estaban obviamente invitados y debían ser los protagonistas del acto, del momento de la firma del convenio entre Ibarra y Néstor, no querían entrar porque no era un momento como hoy, no había justicia todavía con la impunidad existía de alguna manera, a pesar de estar la decisión política tomada, no estaba todavía todos los andamiajes que tenían que haber administrativos y legales para que entren en funcionamiento, y además era un momento muy difícil para también quienes tenían familiares o sabían que habían sido torturados sus seres queridos, compañeros, familiares y recuerdo que se armó esa tarima frente al 4 columnas y finalmente llegaron los funcionarios, Néstor, Ibarra  había algunos invitados, los ministros pero mezclados con algunos militantes y los organismos estaban afuera pero la gente quería entrar fue como un acto espontaneo que terminaron abriendo las puertas y dejaron que el pueblo  entrara y conociera este lugar de horror y oscuridad que había funcionado de esta manera durante tanto tiempo. Y nosotros que estábamos desde el lugar de funcionarios preocupadísimos de cómo hacer porque nos habían desbordado de alguna manera la entrada de la gente, pero bueno los hijos querían entrar, los hijos querían ver todo porque había una cosa desde la juventud sobre todo, quienes tomaron la delantera en entrar diciendo nosotros entramos, nosotros queremos darle significado a este lugar las madres estaban remisentes y entre ellas también había distintas opiniones. Después trasladarnos todos al acto, multitudinario masivo en comodoro Rivadavia donde estaba armado el escenario, donde obviamente estaban las distintas agrupaciones kirchneristas como también había muchísima gente suelta, y escuchar eso que hoy ya es historia, el discurso de Néstor, el discurso de Juan Cabandié, el discurso de una representante de HIJOS, y enterarme ahí mismo que Néstor ya había hecho el gesto de bajar el cuadro de Videla del liceo Militar. La verdad fue un momento histórico de esos que gracias a dios la vida nos dio la oportunidad de vivir, para mi es absolutamente eso, y también seguir la tarea de consensuar, teníamos un título que se llamaba “Espacio para la Memoria la Promoción y Defensa de los DDHH” pero no sabíamos muy bien que contenido se le iba a dar y teníamos una obligación de conseguir que esto no fuera un acto de declamación solamente, sino que se concretara la mudanza de cada una de las escuelas y esto en cada caso tuvo muchísima complejidad y seguimos trabajando con esta comisión bipartita que se crea en el convenio de las dos jurisdicciones donde también estaban en las reuniones ampliadas los organismos de DDHH generando todo lo que hoy es esto, generando el convenio que construye y constituye el ente que hoy funciona y administra la Esma. Finalmente avanzando en esta idea que hoy es la Esma donde existe todo lo que hoy existe, la secretaria de derechos humanos, el archivo nacional, el Conti, el Ecuni y las distintas sedes de las distintas cosas que se están armando en ese lugar y la vida que está cobrando ese lugar pero también había debates entre los organismos, incluso los sigue habiendo hoy en día.

E: Eso te quería preguntar, durante tu participación en las discusiones en el marco de la bipartita, ¿recordás cuáles eran los debates? porque hablaste de los consensos, uno de esos consensos era que había que articular con el estado entre los organismos, la tarea evidentemente fue fundamental no solamente ser interlocutora.

G: Por suerte me habilitaban a opinar como una más, digamos yo tengo una historia de militancia secundaria en la unión de estudiantes secundarios tengo quien fue mi novio en ese momento desaparecido,  tengo muchísimos amigos desaparecidos, estuve exiliada durante toda la dictadura militar y venía trabajando en el tema por suerte, no era cualquier cosa. Me dieron el lugar pero yo me sentía absolutamente con las condiciones para asumirlo y entonces estaban todos estos debates que te digo, algunos todavía no están saldados, entre todos los afectados por el terrorismo de estado tal vez ya como organizaciones más, pero la verdad era una cosa muy compleja porque había que darle lugar a los sobrevivientes que no estaban ni agremiados ni de acuerdo, son un universo diverso, todas las personas que por allí pasaron y hoy pueden contar y son tan importantes como testigos de los juicios. También entre cada uno de los organismos había distintas posiciones, había un consenso pero después había que llegar a detalle en cada una de las cosas y eso es trabajoso. Yo por suerte tenía la gimnasia de haberlo conseguido  con los diez organismos que participan de la iniciativa del parque, pero la verdad esto tenía una complejidad mayor, muchísimo mayor en cuanto a los consensos que había que acordar entonces un tema era esto de cuando entrar, cuando los organismos de DDHH iban a querer pisar ese lugar más allá de lo que había sucedido el 24 de marzo que había sido una cosa espontanea, y la verdad que es muy difícil porque tiene que ver con los sentimientos más allá con los pensamientos políticos. Por suerte Néstor Kirchner pudo ganarse la confianza la verdad que era muy fácil creer porque era tan concreto la decisión que tomaba en cada uno de los casos, que era muy fácil creer que era así, y los organismos claramente venían luchando contra el estado no trabajando, había que ganarse ese lugar y finalmente se fueron venciendo las resistencias y constituyendo este ente donde los organismos dijeron, bueno podemos, alguna gente aún no puede entrar y es respetable, pero el consenso que se construyo es ese valor que tenía transformar ese lugar en absolutamente otra cosa, un lugar de alegría, un lugar de denuncia, un lugar de trabajo cultural un lugar de reivindicación de derechos lo que dice el contenido finalmente de ese título que se puso el día del convenio tiene que ver con que es un lugar donde más se violentaron los DDHH por lo menos de manera simbólica y de manera concreta, hay otros que se le equiparan en números, pero es  para nuestro país el peor centro clandestino que existió y más a la vista de todos, en ese lugar donde estaba la escuela de mecánica de la armada, transformarlo en un lugar de promoción de DDHH de todo tipo, no solo la reivindicación de…

A: De la memoria verdad y justicia que hacen los organismos históricos de derechos humanos, sino también de respeto por los derechos humanos en su sentido más amplio y total, y bueno llenarlo de vida donde había habido muerte, llenarlo de luz donde había habido oscuridad y conservar ese lugar.
Después otra experiencia, para no contar todo ese año que fue un año de muchísimas tensiones y muchísimas alegrías también, llegó el momento de la recuperación total cuando se fue hasta el último de los marinos y las instituciones de ese lugar. Ahí nos encontramos con algunos problemas, porque algunos habían sido algo pícaros en llevarse cosas que no se tendrían que haber llevado. Si bien hubo todo un cuidado y fuimos con un escribano de la Ciudad para poder hacer las actas, hubo como una cosa de “raterío”. No creo que se hayan perdido documentos importantes ni nada por el estilo, pero de repente nos encontramos con que se habían llevado las manijas de bronce y hasta la última cosa que pudiera tener algún valor económico. Obviamente que las cosas que tenían un valor documental, más allá de lo que ahora se puede encontrar en las inscripciones de las paredes, lo que tenía valor documental de prueba se lo habían llevado hacía mucho tiempo. Pero en el último momento estuvo esa cosa de raterío de llevarse cosas, de los que ahí trabajaron hasta último momento, y me parece que era su manera de reaccionar “contra”. Me parece más eso, que un interés económico, y mostrar un “Se los dejamos pero de la peor manera que podemos dejárselo”.
Y después este trabajo que se emprendió en conjunto entre las dos jurisdicciones, y en el que yo pasé a ocupar otro lugar, más de militante. Pero la verdad fue una experiencia histórica increíble y en la cual yo sigo trabajando con los organismos en muchísimas otras cosas, siempre trato de ser alguien que los represente en cualquier lugar en el que me encuentre. Si bien soy legisladora de la Ciudad, para mi es una opción de vida.
L: Sos una militante.
A: Tiene que ver con un lugar político y defender esos principios por sobre todas las cosas, y estar al lado de ellos. Porque realmente creo que las Madres, las Abuelas, los Familiares son lo mejor que nuestro país ha construido como organizaciones para garantizarnos un futuro mejor porque ese coraje, esos valores, esos principios con los cuales ellos enfrentaron su lucha creo que toda la política debe tomarlos como la raíz de todo lo que hacemos. En eso soy una convencida.
Hoy entrar a la ex ESMA, escuchar un recital, hacer una reunión, hacer el recorrido. Nosotros, desde el área donde me encontraba, instalamos la primera señalización, que se trataba de reconstruir ese relato, hoy ya quedó antiguo pero en ese momento fue un trabajo impresionante. Fue juntarnos con los sobrevivientes y que nos dijeran para qué había sido usado cada “lugarcito”, quiénes lo habían visto, cuáles eran todas las personas que habían pasado por ahí. Eso también era de un valor dramático, y ahí finalmente se pudo llegar al consenso de abrir al público al menos los edificios más emblemáticos, se trabajó este tema de los guías y las visitas guiadas. Pero para esto hubo que ir visitando Capucha, Capuchita cientos de veces con ellos, que era muy duro.
Hoy uno piensa que las fuerzas armadas tienen que renovarse y hay unas fuerzas armadas {no continúa la línea con lo que venía diciendo} porque para mí eso es parte de la década ganada. Hace diez años hay un gobierno que no tiene la menor duda, no deja el menor margen de duda de qué es lo que hay que modificar y cuáles son los crímenes que se cometieron. Pero eso no había sucedido hasta ese momento. Entonces, la verdad era muy duro convivir y sentarse con gente, tomarse un café si había que hacer tiempo y charlar de otras cosas. Para mí eso fue fuerte, y entiendo que para Judith Said y para Duhalde también. Para todos los que trabajábamos del lado civil, tanto de Secretaría de Nación como de Ciudad, teníamos todos una historia de militancia y de pérdida, una historia de mucha tristeza acumulada con el tema y fue duro tener que sentarse con ellos y consensuarlo. Porque ellos simbolizaban también lo que habían hecho las fuerzas armadas en este país, si bien no fueran ellos concretamente. Y la verdad que eso fue bastante terrible, pero valió la pena. Para mi esas medidas que Néstor tomó, obviamente la principal fue poder haber terminado con la impunidad, y que realmente que los que tienen que estar en la cárcel estén en la cárcel, pero eso tuvo un valor simbólico para construir un consenso en la sociedad del Nunca Más, y que el Genocidio existió y que el terrorismo de Estado existió. Cuando empezamos con esto aún discutíamos usar palabras, todavía discutíamos si el concepto “terrorismo de estado” era un concepto adecuado, discutíamos y construíamos  las palabras con las que íbamos a expresarnos. Así como las Madres tuvieron que construir las palabras “desaparecidos”, “apropiación”, la palabra “identidad” como la lucha que ellas llevaban adelante, en ese momento todavía había que consensuar cuando hablábamos de los crímenes de qué hablábamos. Genocidio por ejemplo, hoy la justicia lo admite pero en ese momento había todavía un debate sobre si eso era lo adecuado para nombrar lo que había pasado. Pensemos que eso estaba todavía sucediendo en ese momento en nuestra sociedad.

Pregunta: Qué valor tiene para vos, hoy, la ex ESMA como Sitio de Memoria, en una política de DD.HH. como la que llevo a cabo este Gobierno?



Respuesta: Tiene distintos sentidos. El “Casino de Oficiales” es el lugar donde uno va a sentir el horror, la transmisión de la memoria, de lo que fueron capaz de construir los seres humanos que en ese lugar dieron las ordenes de hacer lo que se hizo, de someter a la tortura a personas, a mujeres embarazadas, de tirarlos al rio, etc. Eso tiene que estar reflejado ahí para que no se olvide, porque hablamos de memoria, de no olvidar, y hablamos de saber. Pero, después, ese lugar también tiene que reflejar el momento bisagra de cómo este país pudo reconstruirse de ese lugar tan terrible y oscuro y hoy puede es un país donde podemos ampliar los derechos para todos. Me alegro cuando en la ESMA veo niños, jóvenes; esto también tuvo distintas resistencias, pero mi idea siempre fue la misma, la de que ese lugar sea un camino de construcción de los derechos humanos, el cual es un camino, una lucha que no termina nunca, porque los seres humanos siempre tendremos necesidades de algo más. Hoy en día, hay derechos que hace un siglo atrás no lo eran. Ese camino debe ser la ESMA, el lugar donde todo eso repercuta, los derechos sociales, económicos, etc., y esto, a pesar que desde el año 2007 tenemos un Gobierno en la ciudad de derecha, el lugar va cumpliendo su cometido, y muchos seguiremos siendo garantes de que sea de esta manera.

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