Programa
de Investigación Eduardo Luis Duhalde
Entrevistada:
Paula Maroni
Entrevistadora: Eugenia Serres
Paula Maroni, es integrante de HIJOS
desde 1995, y representante actual de los organismos de derechos humanos en el
Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los
Derechos Humanos (ex ESMA). Su padre Juan Patricio Maroni, fue secuestrado el 5
de abril de 1977. Enriqueta Maroni, su abuela, es Madre de Plaza de Mayo –
línea fundadora.
En el año 2011 se inaugura en el
predio de la ex ESMA la casa de la Militancia de HIJOS.
E:
¿Cómo viviste el proceso de recuperación de la ex ESMA?
P:
Es algo tan inmenso la recuperación de la ESMA que lo fui entendiendo y
dimensionando a lo largo del tiempo. El día en particular que la Marina nos
entrega la ESMA el 24 de marzo de 2004, yo estaba embarazada de 5 meses, de mi
hijo mayor. Ese día, vivimos un momento muy emotivo e inconmensurable. Lo fuerte de entrar a lo que
había sido el campo de concentración más grande de la Argentina, era muy
impresionante. Y a lo largo del tiempo fuimos cambiando la percepción en
relación a ese espacio. Cuando nos citan para decir que teníamos un edificio
nos preguntamos si lo queríamos, o no lo queríamos, y para qué lo queríamos.
Nos preguntábamos: ¿Fue todo un campo de concentración, o sólo fue el Casino de
Oficiales? Fueron un montón de preguntas
que uno se iba haciendo, y que se iban contestando con la práctica. Básicamente
lo que fue ese día, es que fue un día más de aquellos grandes días donde se
cambió la historia, como cuando se bajaron los cuadros o se anularon las leyes.
Una seguidilla de momentos con los que empezábamos a creer que la lucha de esos
30 años había tenido sentido. Y todo esto, lo dimensionamos con el
correr del tiempo.
E:
¿Cuáles consideras que fueron los momentos más importantes que lograron la
recuperación de la ESMA?
P:
Un momento fundante es que existen las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo.
Es anterior a todo, y realmente creo que es algo hasta ontológico en nuestra
historia. Si no hubieran existido ellas, no hubieran existido muchas cosas,
entre ellas la recuperación de la ESMA. La fundación de estos dos organismos de
derechos humanos es algo imposible de sortear. Luego, en la cronología de esta
lucha, en el año 1998 Graciela Lois, de Familiares y Laura Bonapart, Madre de
línea Fundadora, presentaron un Habeas Corpus cuando el ex presidente Menem,
por un decreto, quiso demoler la ESMA, entonces eso fue un hito insoslayable.
Otro hito, por supuesto fue la
entrega de la ESMA en el 2004 con la visita de los sobrevivientes, Néstor y
Cristina Kirchner, reconociendo el Casino de Oficiales. Y otro hito fue el desalojo, que fue todo un
proceso. En un momento el predio estuvo dividido a la mitad, durante dos años. Fue
todo un proceso la apertura de los edificios, empezar a abrir ese lugar, ocuparlo y dejar
que el pueblo argentino vaya entrando y se vaya apropiando del predio.
E:
¿Cuál fue tu postura con qué hacer con el predio cuando se recupera?
P:
Tuvimos muchas idas y
venidas con respecto a qué hacer con el predio. Al principio pensábamos que
todo el predio podía ser un campo de concentración, y no podíamos hacer nada.
Después, pensamos en que todo el pueblo argentino tenía que entrar al predio, y
entonces era necesario abrir los edificios. La ESMA por ejemplo, tiene
una pileta. Y pensábamos que esa pileta podía abrirse para que ingresen chicos de
barrios carenciados y la usen, ya que es muy difícil que puedan acceder a una.
Pero también, hoy pensamos que eso fue hablar desde el aire, porque en el
camino reflexionas que las cosas son difíciles. Yo cambié muchas veces de opinión.
E:
Ahora que están más asentados. ¿Cómo sienten la recuperación de la ESMA?
P:
Ya a esta altura, creo que
es casi una obsesión de los organismos de derechos humanos devolverle la ESMA
al pueblo argentino. Hay que tener en cuenta también, el estado en que
encontramos los edificios cuando fueron entregados, porque no fue sólo tomar
decisiones de qué hacer o qué no hacer en el predio. Son 17 hectáreas y cuando
ingresamos eran 32 edificios en muy mal estado. Había que pensar cómo levantar
edificios enteros de hasta 5 mil metros cuadrados. Por ejemplo, para poner en
valor hoy en día un edificio se necesitan 32 millones de pesos, por lo menos. Y
en ese momento era pensar: “Tenemos que conseguir 32 veces, 32 millones de
pesos”. Entonces, aún así
estando los organismos de acuerdo con que el pueblo argentino se apropie del
lugar, la pregunta es ¿Cómo? Son edificios, que aún hoy algunos están en pésimo
estado, porque los militares se han llevado hasta las griferías, no dejaron
nada. Y cuando entramos, había edificios con los techos y las paredes que se
caían a pedazos. Entonces, a esta altura es casi una obsesión que este lugar
abra sus puertas, finalmente y tenga todos los edificios puestos en valor, que funcionen
universidades gratuitas y que la gente pueda transitar allí. En ese camino estamos,
porque hoy los edificios que no estaban en valor los estamos recuperando con
aguja e hilo. Y lo estamos haciendo con cooperativas, y con el plan Argentina
Trabaja. Al predio vienen a trabajar personas todos los días y se les
toma asistencia. Es gente que se capacita, porque a la vez son personas que no
saben cómo hacer esos trabajos, y aprenden haciendo. Tenemos obreros, señoras de 60 años y personas con problemas de drogadicción, por
ejemplo. Por eso, con lo que nos han dado le ponemos el pecho todos los días a
la recuperación del predio, y estamos convencidos que al lugar lo vamos a sacar
adelante.
E:
¿Qué es lo más difícil que encontrás en este proceso de ¨sacar adelante el
predio¨?
P:
Que sea un lugar tripartito, es decir, que el lugar está conducido por Ciudad,
por Nación y por los organismos de derechos humanos. Es imposible, porque se
supone que todas las decisiones que se toman tienen que ser por consenso. Y esa
es una trampa, porque es morderse la cola todo el tiempo, y por eso es que se ha
tardado mucho, en varias cosas.
E:
Cuando me incorporé en el proyecto pensaba en la diferencia notable que se ve
desde afuera en cuanto a cómo se tratan las decisiones, con un órgano
tripartito y de consenso, y cómo trataban los militares las decisiones, desde
un orden más jerárquico, en el que uno decidía por todos.
P:
En consenso se tardan más las cosas, pero tiene más cuerpo y más sentido. De
cualquier manera, yo creo que las instituciones, desde una casa en adelante no
se pueden manejar de forma horizontal. Creo en las conducciones verticales,
porque son necesarias y no niega el consenso. No son cosas contrapuestas, sino
complementarias. A excepción, que seas un autoritario y ahí es cuando cambian
las cosas. Creo que los consensos son importantes para poder avanzar, y no
tiene ningún sentido ir para un lado solo, mientras muchos otros te dicen
que por ahí no. También ocurre que los
debates son nuevos. En un contexto en el que la problemática histórica va
avanzando, y dónde muchos represores todavía no están encarcelados, pero muchos
otros sí, y otros van a ir a la cárcel, y en un proceso donde se anulan las
leyes y se recuperan sitios de memoria, los debates son nuevos. Hay un debate sobre la memoria y
la historia, y está atravesado por lo generacional. Desde H.I.J.O.S estamos
convencido que hay que hacer asados en la ESMA, y hay que llenarlo de vida al
predio, que hay que vivir sin culpa, y que la alegría hace a la militancia,
hace al amor al prójimo. Es un debate con los ex Detenidos y con las Madres. A
la vez, es un debate que nos encuentra a todos en un lugar diferente, desde el
lugar que nos ha tocado vivir a cada uno. Y esos debates están presentes, y
seguirán presentes una década más, por lo menos.
E:
Es un proceso muy largo
P:
Es un proceso muy largo. Todos veníamos del Juicio y Castigo, y ahora estamos
debatiendo como se construye la memoria. Y da debates nuevos, porque son
problemas nuevos.
E:
En este sentido, ¿Qué significado tiene para vos la Ex Esma como sitio de
Memoria?
P:
La ESMA como sitio de Memoria
tiene un sentido social. Ese lugar es un espacio del pueblo argentino. Está muy
bien contemplar lo que sienten los familiares y los ex Detenidos, pero yo creo
que es un lugar para que el pueblo argentino procese su historia, y la memoria.
Es un lugar más donde poder procesarla, y que la gente saque sus propias
conclusiones, y pueda transitar un camino propio. Y ese lugar tiene que aportar
a ese camino. Y tiene que ser muy libre para hacerlo. Ese lugar es testimonio del horror, de la re construcción
y de que los ideales tienen un sentido, de que no nos derrotaron, que la vida
vale y los sueños valen. Es testimonio de que hoy estamos ahí, peleándola, y
también es testimonio de lo que no queremos nunca más. Todo eso se procesa ahí,
porque ahí convive el Centro Clandestino donde hay visitas guiadas, y es un
lugar que no se toca y está exactamente igual, y lo recorres y lo vivís.
Después tenés el resto del predio como el Canal Encuentro, está el centro
cultural Haroldo Conti, la Casa de la Militancia, que es un espacio abierto
para todos, y va a estar el Museo de Malvinas. Y desde mi punto de vista, creo
que deben sacarse las rejas también, porque es un lugar al que la gente tiene
que entrar y apropiarse, no es nuestro el predio [por las organizaciones],
porque la historia no nos pertenece, como ese lugar tampoco nos pertenece.
E:
Sería todo un símbolo también, sacarle las rejas al predio.
P:
Lo que ocurre es que hay desacuerdos. H.I.J.OS quiere sacar las rejas. Y
probablemente las saquemos, porque somos más jóvenes, y vamos a durar más años,
y esa batalla la ganaremos por una cuestión generacional.
E:
Cuál es el significado de justicia hoy, en relación a las causas con delitos de
Lesa Humanidad
P:
La justicia nunca estuvo
preparada para juzgar delitos de Lesa Humanidad. Por ejemplo, cuando se
anularon las leyes de la impunidad nadie sabía qué hacer después. La pregunta
era: ¿Y ahora qué? Surgieron diferentes cuestiones que no nos imaginábamos,
cuando estábamos en la consigna de Juicio y Castigo. Pensar en que va a haber un tribunal oral, y que
se debe probar un aparato gigantesco del Estado clandestino, y que somos los
responsables de probar que eso sucedió. ¿Y cómo probarlo? A la vez, había que reflexionar respecto a
quiénes serían los jueces, los abogados, los fiscales, porque hay jueces de la
dictadura, y la justicia se maneja como un estamento. Se nace en la
justicia y se muere en la justicia, con tus hermanos y primos alrededor. Se
trataba de un poder totalmente viciado, juzgando delitos nuevos. Entonces, tuvimos muchísimas
contradicciones y estamos dando aún una gran batalla. Por eso, H.I.J.O.S salió
de la calle. Había algo que hacer ahí adentro. Aunque no fuera inherente a
nosotros, porque lo nuestro era hacer escraches, había que pelear desde otro
lugar. Y de repente, nos encontramos con esta justicia. Se debió remover
jueces y fiscales, y aún así la justicia no está depurada. La Justicia se
encontró con un desafío y con muchos ojos que los estaban mirando, con lo cual
empezaron a tener ellos problemas. Por ejemplo, no querían tomar las causas, y
se las pasaban entre ellos, se declaraban enfermos, etc.
E:
¿Ves un proceso positivo en este camino andado?
P:
Sí, por supuesto el saldo va a ser positivo, siempre. Porque se movieron las
bases, movimos lo estanco, lo impune. Y hoy en día, la justicia se siente observada, y por eso no
pueden hacer cualquier cosa.
E:
En 1994 nace H.I.J.O.S y ya están llegando los 20 años, desde su creación. ¿Te
imaginabas que podía pasar todo esto?
P:
No, jamás nos pensamos en este momento, ni el kirchnerismo lo pensó. Jamás nos
imaginamos que un presidente iba a hacer de nuestros reclamos, política de
Estado. De cualquier forma es mérito nuestro. Si no hubiéramos existido
nosotros, Madres y Abuelas no hubiera llegado un reclamo después de 30 años
después, si alguien no hubiera mantenido la llama viva. La realidad es que hubo
otra parte que quiso recoger el reclamo.
E:
Te gustaría agregar un comentario más, que sientas que es pertinente o
necesario para este debate
P:
Fundamentalmente que ni yo ni
nadie nos imaginamos que este proceso iba a existir. Y cuando tuve hijos me di
cuenta que si no hubiera existido el kirchnerismo mis hijos al preguntarme por
mi historia, mi militancia y por la militancia de su bisabuela, que es Madre de
Plaza de Mayo [Enriqueta], ese relato hubiera terminado en la nada. Hubiera
sido un relato circular porque les hubiera dicho: “Tu mamá militó toda la vida
para nada”, o les debería haberles dicho sobre su bisabuela que fue una señora
que dio miles de vueltas a la Plaza de Mayo, y lo hizo por pura convicción, y
que no sirvió para nada. Hoy me doy cuenta que al preguntarme ellos, y yo
contestarles a mis hijos puedo darles un final, que puede demostrarles a ellos
y a la sociedad que los sueños valen, tienen sentido y que realmente es un
aporte a la sociedad. Cada uno, con lo que hace desde el lugar donde uno
se plante y pelee tiene sentido. También, que la política tiene sentido,
recuperar el valor de la política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario